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jueves 03 de abril de 2025

Estudio Ghibli y la IA: ¿una nueva era para el arte humano?

Mientras miles de personas visitan presencialmente el universo de Ghibli en Japón, en internet la IA lo replica a toda velocidad. Para Hayao Miyazaki, ese arte “no tiene alma”. ¿Homenaje o copia? ¿Creatividad o consumo? Cada imagen generada consume agua, energía y plantea una pregunta urgente: ¿Qué tipo de arte queremos preservar?

Estudio Ghibli y la IA: ¿una nueva era para el arte humano?

Estudio Ghibli y la IA: ¿una nueva era para el arte humano?

Mientras miles de fanáticos se suben de forma presencial al tren temático de Estudio Ghibli en Japón —un recorrido que los transporta por paisajes sacados de "Mi vecino Totoro" o "El viaje de Chihiro"—, en internet otro viaje está ocurriendo: el trend que enfrenta al icónico estudio con la inteligencia artificial.

El encanto del universo Ghibli, con sus personajes entrañables y paisajes oníricos, ha sido replicado una y otra vez por modelos de IA que entrenan con su estilo visual para generar nuevas imágenes, mundos e incluso animaciones. Esta tendencia ha escalado tanto que plataformas como ChatGPT de OpenAI han tenido que limitar temporalmente la generación de imágenes por la demanda abrumadora de usuarios que solicitaban “dibujos al estilo Ghibli”.

El dilema de la magia hecha a mano

La controversia, sin embargo, no es nueva. Hayao Miyazaki, el maestro detrás del Estudio Ghibli, ha sido un férreo crítico de la IA. De hecho dijo que el arte generado por la inteligencia artificial “no tiene alma”, ya que para él, la animación no es solo técnica, sino una extensión del alma humana, del esfuerzo, de la imperfección que hace única a cada obra.

Hoy, esa visión choca con la realidad digital que no está dispuesta a esperar los casi cinco años que tomó la creación de los 112 mil dibujos hechos a mano creados para "El viaje de Chihiro". En contraste, IA como DALL·E o Midjourney puede generar una escena en menos de un minuto, sin necesidad de dibujar, corregir ni sentir. Nos preguntamos entonces, ¿es este trend un homenaje o una apropiación? 

IA, ¿herramienta o sustituto?

A medida que los algoritmos se vuelven más sofisticados, la línea entre homenaje y copia se vuelve difusa. Para algunos artistas digitales, la IA es sólo una herramienta más. Para otros, es una amenaza directa al arte hecho a mano, y a la creatividad humana. 

El precio oculto de la magia digital

Además está el impresionante costo que no se ve detrás de cada imagen “al estilo Ghibli”: generar cada una de ellas gasta entre 0.5 a 2 litros de agua, para enfriar los servidores que realizan los cálculos en los datacenters. 

De hecho, para algunos en nuestro país existen condiciones únicas para posicionarse como un actor estratégico en el mapa global del almacenamiento digital. En su charla en Congreso Futuro 2024, la arquitecta y curadora Marina Otero nos invita a mirar este fenómeno. 

Así, mientras un arte nace del tiempo, de la mano y de la conexión profunda de observación de la naturaleza, la versión artificial viene de procesos rápidos, sin reflexión y con un uso intensivo de recursos difícil de ignorar.

Tal vez la pregunta que tenemos que hacernos no sea si la IA nos llegará a reemplazar incluso en el arte, sino qué tipo de arte queremos defender. ¿Uno automático, artificial y viral o uno lento, artesanal, que muestre lo que hay en el alma humana?

Tú, ¿te animas a comentar? 

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