El asesino silencioso vuelve con el frío: ¿Cómo protegerse del monóxido de carbono?

El asesino silencioso vuelve con el frío: ¿Cómo protegerse del monóxido de carbono?

Es por ello que desde Congreso Futuro prendemos las alertas e investigamos cómo protegernos de uno de los riesgos que trae el invierno: uno silencioso, pero letal: la intoxicación por monóxido de carbono.

¿Qué es el monóxido de carbono?

“Hablamos de un gas imperceptible: no tiene olor, ni color, ni sabor. Es por eso que lo llamamos el ‘asesino silencioso’”, explica el Dr. Carlos Rivera, jefe del Departamento de Cirugía y académico de la Universidad de los Andes. “Se genera por la combustión incompleta de materiales en estufas, braseros y calefactores, y se acumula fácilmente en espacios cerrados o mal ventilados”, añade.

Si bien todas las personas pueden ser víctimas de una intoxicación por este gas, el Dr. Rivera enfatiza que existen grupos especialmente vulnerables: “Los niños pequeños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas tienen un riesgo mayor. Pero nadie está libre: incluso las mascotas pueden verse afectadas”.

Síntomas de intoxicación

El médico recuerda que los síntomas iniciales suelen pasar desapercibidos o confundirse con malestares comunes. “Dolor de cabeza, fatiga, náuseas o vómitos pueden parecer síntomas menores. Sin embargo, cuando más de una persona en un mismo lugar cerrado comienza a presentar estas molestias, debemos sospechar. Es una señal de alarma que no podemos ignorar”, señala.

La historia nos ha dejado ejemplos trágicos. En 2019, seis turistas brasileños fallecieron en Santiago por inhalación de monóxido de carbono. “Casos como ese nos recuerdan que la prevención no es opcional. Basta con una mala ventilación o una estufa defectuosa para que una jornada tranquila termine en tragedia”, advierte el Dr. Rivera.

Ante la sospecha de intoxicación, la reacción debe ser inmediata. “Lo primero es ventilar el lugar. No se debe encender interruptores ni generar chispas, ya que el gas es inflamable. Lo siguiente es trasladar a las personas afectadas a un centro asistencial o contactar a los servicios de emergencia. Cada minuto cuenta”.

Para el especialista, gran parte del problema puede evitarse con acciones simples pero constantes: “Una buena mantención de los sistemas de calefacción y la ventilación regular de espacios cerrados son claves. Pero más allá de eso, es fundamental mantener una actitud de alerta. Si varias personas se sienten mal al mismo tiempo y en el mismo lugar, hay que actuar sin demora.”

“El frío no debería cobrar vidas. Este invierno, debemos protegernos con información, prevención y responsabilidad. El monóxido de carbono es un enemigo invisible, pero podemos ganarle si sabemos cómo enfrentarlo”, concluyó.