Dr. Francisco Aboitiz: “Las pantallas están diseñadas para engancharnos”
¿Qué pasa en nuestro cerebro cuando interactuamos con una pantalla?, ¿Cómo afecta esto a nuestra capacidad de enfocarnos, aprender o simplemente permanecer presentes? Estas fueron algunas de las preguntas clave que planteó el neurocientífico chileno Francisco Aboitiz en la segunda sesión de “Cátedras del Futuro”, el taller interactivo online de Congreso Futuro, que aún tiene cupos disponibles para quienes deseen sumarse a las próximas sesiones.

Dr. Francisco Aboitiz: “Las pantallas están diseñadas para engancharnos”
“Las pantallas están diseñadas para engancharnos”: Dr. Francisco Aboitiz alerta sobre los efectos del entorno digital en la atención
Con una destacada trayectoria en el estudio de la evolución del cerebro humano y las funciones cognitivas en condiciones como el trastorno por déficit atencional (TDAH), el académico de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile y director del Centro Interdisciplinario de Neurociencia UC, expuso sobre cómo se organiza la atención en distintas redes neuronales, el rol de la dopamina en la regulación de estos procesos y los efectos preliminares observados en niñas y niños expuestos tempranamente a tecnologías digitales.
“La atención es una función fundamental. Sin atención no podemos sobrevivir. Es lo que nos permite orientarnos, organizarnos en el día a día”, señaló Aboitiz al inicio de su exposición. “Pero justamente por eso, también es un punto de entrada para la distorsión. Y en ese sentido, las pantallas y quienes diseñan sus contenidos, están dirigidas precisamente a capturarla”.
Redes cerebrales en tensión
Durante su exposición, Aboitiz explicó que existen al menos tres grandes sistemas atencionales en el cerebro humano: la red dorsal, que permite mantener el foco voluntario; la red ventral, que reorienta la atención ante nuevos estímulos relevantes; y la red por defecto, que se activa cuando la mente divaga o entra en un estado de reposo cognitivo.
“No siempre estamos resolviendo problemas. De hecho, la mayoría del tiempo estamos en este estado de distracción, lo que en neurociencia se llama red por defecto. Esta red es como el fondo mental sobre el que operamos”, explicó.
El equilibrio entre estas redes es esencial para mantener una atención saludable. Cuando ese balance se rompe, como en el TDAH, las personas tienen mayor dificultad para focalizarse y su cerebro tiende a activarse ante estímulos irrelevantes.
“Los niños con déficit atencional presentan una mayor activación de la red por defecto, incluso cuando están realizando tareas que requieren concentración. En lugar de ignorar lo que no es importante, su atención se reparte hacia todo el entorno, dificultando el aprendizaje”, agregó el académico.
Otro de los temas centrales fue el papel de la dopamina, un neurotransmisor que comúnmente se asocia al placer, pero cuyo rol es mucho más amplio y decisivo en la organización de la conducta.
“La dopamina tiene un rol clave en el aprendizaje y en la organización de las metas. Es lo que nos permite actuar ante una clave del entorno que predice una recompensa. Las notificaciones, los sonidos y los elementos visuales de las pantallas funcionan exactamente como esas claves: están diseñadas para activar nuestro sistema dopaminérgico y mantenernos enganchados”, advirtió Aboitiz.
Según explicó, este sistema de claves y recompensas es el mismo que se activa en las conductas de consumo, y su uso masivo en plataformas digitales representa un desafío para la salud cognitiva, especialmente en edades tempranas.
Infancia, pantallas y preguntas abiertas
El investigador presentó estudios preliminares que analizan el vínculo entre el uso de pantallas y la atención infantil. Aunque los resultados aún no son concluyentes, algunos datos sugieren que los niños con TDAH tienden a utilizar más dispositivos digitales, y que el uso intensivo podría agravar sus síntomas.
“No está claro si el uso intensivo de pantallas causa déficit atencional o si, por el contrario, los niños con mayor dificultad para concentrarse tienden a buscar más estímulos digitales. Esa es una pregunta abierta que requiere más investigación”, señaló.
Además, compartió resultados de un experimento realizado con niños, en el que se evidenció que quienes presentaban TDAH no lograban suprimir estímulos irrelevantes fuera de su campo atencional, generando respuestas cerebrales similares a los estímulos centrales de la tarea.
“Algunos podrían decir que esta forma de atención más abierta pudo haber sido útil en contextos evolutivos como la caza o la recolección. Pero en el sistema escolar actual, donde se espera que los niños permanezcan sentados y atentos durante largos períodos, esto se convierte en un problema”, concluyó.
¿Y si hacemos un detox de 3 días?
Un reciente estudio realizado por las universidades de Heidelberg y Colonia en Alemania, reveló que reducir el uso del teléfono inteligente durante 72 horas puede generar cambios significativos en la actividad cerebral. Los participantes del estudio, jóvenes entre 18 y 30 años, mostraron alteraciones en áreas del cerebro asociadas al procesamiento de recompensas y la regulación de impulsos, similares a las observadas en adicciones a sustancias como el alcohol o la nicotina.
Cátedras del Futuro
Esta sesión forma parte del ciclo Cátedras del Futuro, un espacio de formación gratuito, abierto y online, organizado por Congreso Futuro y Fundación Encuentros del Futuro, que busca acercar el conocimiento científico y promover el pensamiento crítico. La participación en al menos 13 de las 18 charlas disponibles entregará un certificado respaldado por Congreso Futuro, las más destacadas universidades chilenas y el Senado de la República.
Para más información e inscripciones, ingresa a congresofuturo.cl
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