Noticia
lunes 29 de septiembre de 2025

¿Existe relación entre autismo y el consumo de paracetamol?

Tras las declaraciones del presidente de EE.UU., Donald Trump, que sugirió un vínculo entre el uso del medicamento durante el embarazo y el desarrollo de autismo, especialistas de todo el mundo alzaron la voz por la falta de evidencia científica. Desde Chile, el neurólogo Pablo Salinas, académico de la Universidad de Chile, enfatizó que se […]

¿Existe relación entre autismo y el consumo de paracetamol?

¿Existe relación entre autismo y el consumo de paracetamol?

Tras las declaraciones del presidente de EE.UU., Donald Trump, que sugirió un vínculo entre el uso del medicamento durante el embarazo y el desarrollo de autismo, especialistas de todo el mundo alzaron la voz por la falta de evidencia científica. Desde Chile, el neurólogo Pablo Salinas, académico de la Universidad de Chile, enfatizó que se trata de una condición con fuerte base genética y criticó la desinformación en temas de salud.

Una nueva controversia desataron los dichos del presidente Donald Trump, quien afirmó que el uso de paracetamol durante el embarazo y también las vacunas estarían “altamente asociados” con el desarrollo de autismo. “Tylenol during pregnancy can be associated with a very increased risk of autism”, señaló, agregando: “don’t take Tylenol. Don’t take it”. Tylenol es el nombre comercial del paracetamol en Estados Unidos.

En este contexto la Organización Mundial de la Salud (OMS) aclaró que, hasta la fecha, no existe evidencia científica concluyente que vincule el consumo de paracetamol durante el embarazo con el desarrollo de autismo”, y que el medicamento sigue siendo considerado seguro cuando se utiliza en las dosis recomendadas y bajo supervisión médica.

En Chile el Instituto de Salud Pública (ISP) emitió un comunicado en la misma línea, señalando que “no existe evidencia concluyente que establezca una relación causal entre el uso de paracetamol durante el embarazo y los trastornos del espectro autista”. El organismo agregó que se mantiene atento a la literatura científica internacional y a los pronunciamientos de agencias regulatorias como la EMA y la FDA, reiterando además que tampoco existe una relación causal entre las vacunas y el autismo, desmintiendo un mito ampliamente difundido desde fines de los años noventa.

Divulgadores científicos y académicos también salieron a aclarar, uno de ellos, el neurólogo Pablo Salinas, académico de la Universidad de Chile, quien descartó tajantemente la veracidad de esta supuesta relación. “La evidencia científica ha desmentido categóricamente la asociación entre uso de paracetamol en el embarazo y la aparición de neurodivergencia en recién nacido”, señaló el especialista, subrayando que los dichos del mandatario “son absolutamente falsos” y carecen de correlato con lo que muestran los estudios actuales.

De hecho, un estudio reciente publicado en la revista JAMA (2024) analizó a casi 2,5 millones de niños en Suecia y, aunque en los modelos iniciales detectó leves asociaciones entre el uso de paracetamol en el embarazo y el riesgo de autismo o TDAH, al aplicar controles más rigurosos -comparando a hermanos dentro de la misma familia- no encontró evidencia significativa de un mayor riesgo de estas condiciones. Este hallazgo respalda la idea de que los factores genéticos y familiares podrían ser los verdaderos determinantes detrás de las asociaciones observadas.

En esta misma línea, el genetista francés Thomas Bourgeron, abordó este tema en Congreso Futuro 2024. En su presentación destacó que el autismo tiene múltiples raíces genéticas y biológicas, y que la visión moderna del TEA ha evolucionado hacia un enfoque que reconoce la neurodiversidad como parte de esa pluralidad de expresiones neurológicas. Desde esa perspectiva, atribuir un único factor ambiental o farmacológico (como el paracetamol) a la causa del autismo simplifica excesivamente una condición compleja.

El académico chileno también enfatizó que la neurodivergencia posee una fuerte base genética, con escasa influencia de factores ambientales particularmente farmacológicos. “No hay datos consistentes que respalden lo que Trump afirmó”, recalcó, añadiendo que tales declaraciones “son irresponsables y una falta de respeto hacia las personas neurodivergentes y sus familias”, concluyó Salinas. 

La polémica revive el debate sobre la responsabilidad de líderes públicos al emitir afirmaciones científicas sin fundamentos. Para Salinas, estas declaraciones pueden sembrar temor injustificado en embarazadas, desincentivar el uso de medicamentos seguros y favorecer un ambiente de desinformación que debilita la confianza en la ciencia y la medicina.

En tiempos donde una frase puede viralizarse en segundos y llegar a millones de personas, episodios como este recuerdan la importancia de detenerse y contrastar la información con evidencia científica. Creer y compartir afirmaciones sin respaldo no solo genera temor injustificado, también afecta la confianza en la medicina y en la investigación. De ahí la relevancia de informarse a través de fuentes confiables y de mantener una actitud crítica frente a lo que vemos y escuchamos, especialmente cuando se trata de nuestra salud y la de quienes más queremos.

Para más información puedes revisar el estudio de JAMA:
https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/2817406?utm_source=chatgpt.com

Te recomendamos la charla: “Nuevas fronteras en la genética del autismo” del genetista francés, Thomas Bourgeron, que nos acompañó en Congreso Futuro 2024.

COMPARTIR
CATEGORIAS
TAGS