Redes sociales y desinformación: los más jóvenes, los más vulnerables
Un estudio global reveló que la Generación Z, pese a ser nativa digital, es la más vulnerable a la desinformación. La investigación desafía la idea de que estar más conectados implica estar mejor informados y plantea un llamado urgente a fortalecer el pensamiento crítico desde la educación y las políticas públicas.

Redes sociales y desinformación: los más jóvenes, los más vulnerables
El mayor estudio global realizado por las universidades de Cambridge, British Columbia, Oxford y King’s College London, y puesto a disposición de la comunidad internacional el pasado 8 de abril, puso número a un fenómeno del que muchos expertos venían alertado: la Generación Z es la más susceptible a la desinformación.
Aquí te explicamos por qué.
La desinformación como prioridad global
Dado el alto costo que puede tener la desinformación en el mundo real —incluyendo conflictos internacionales, el fracaso en enfrentar el cambio climático y los riesgos de manipulación del voto; el Foro Económico Mundial la declaró una prioridad global. Es por ello que los investigadores del mayor estudio global denominado “Trazando el perfil de la vulnerabilidad a la desinformación” publicado en la revista “Personality and Individual Differences”, desarrollaron una nueva herramienta para medir la capacidad de discernimiento de veracidad en noticias. Le llamaron MIST, y consistió en una combinación de titulares falsos generados por inteligencia artificial, y titulares reales seleccionados de medios de comunicación confiables.
Además los investigadores crearon un sitio web gratuito y ampliamente difundido en el que personas de todo el mundo podían realizar el test MIST, recibir una retroalimentación personalizada y aportar sus datos para esta investigación. Estrategia que permitió reunir la muestra de mayor escala y más diversa en términos demográficos, geográficos y políticos. Más 66.000 personas de 24 países rindieron el Test de Susceptibilidad a la Desinformación (MIST), arrojando resultados preocupantes: la Generación Z, nacida entre 1997 y 2012, fue la que obtuvo los peores resultados, incluso por debajo de los Millennials, la Generación X y los Baby Boomers, a pesar de ser nativa digital. Sin embargo, junto con ese mal puntaje, el estudio concluyó que son sorprendentemente realistas: reconocen con precisión sus propias limitaciones para distinguir entre noticias verdaderas y falsas.
Además este análisis determinó que mujeres obtienen mejores puntajes que hombres, que participantes con mayores niveles de educación tienen mejores puntajes que aquellos con educación secundaria o inferior; y que conservadores puntúan más bajo que liberales.
Ser nativo digital no basta
Si bien la idea de que los “nativos digitales” poseen una mayor alfabetización digital ha sido ampliamente difundida por profesores, padres y responsables de políticas públicas; este estudio viene a sumar evidencia de que una mayor exposición a entornos digitales no se traduce necesariamente en una mayor alfabetización digital, probablemente debido a la baja calidad informativa que predomina en las redes sociales; y a las nuevas plataformas que usan para informarse.
Daniel Halpern, profesor de la Facultad de Comunicaciones de la UC y experto en el impacto de la tecnología en niños, jóvenes y familias; reafirma la evidencia global que arrojó este estudio con investigaciones realizadas en Chile; y confirma que “los adolescentes son muy buenos para compartir información a través de redes sociales, para entender y saber cómo utilizar cada una de las plataformas, pero tienen poca conciencia crítica, pensamiento crítico de qué es información verdadera y qué no, y eso es un riesgo”.
Halpern agrega que “hoy día si es que no hay una conciencia crítica, si no hay un contraste, me refiero a revisar lo que yo veo, si es que no hay un entendimiento de que hay personas que tratan de imponer su agenda porque tienen una visión ideológica, los jóvenes van a ser más desinformados que informados, y eso es importante tenerlo claro”.
El entorno digital premia la viralidad, no la verdad
Los investigadores del estudio global también propusieron posibles causas para este fenómeno. Una de las más destacadas destaca la sobrecarga de información que caracteriza los entornos digitales en los que se mueve la Generación Z. En plataformas como TikTok, Instagram o YouTube, lo que se premia es la viralidad del contenido, no su veracidad.
“Considerando el tiempo que la mayoría de las personas pasa en internet, la cantidad de desinformación que circula, la facilidad con la que se propaga y las consecuencias que puede tener —desde decisiones sobre vacunación hasta elecciones políticas—, el impacto real de estas diferencias es significativo”, recalcan los autores. Y agregan, “la desinformación representa una amenaza seria para el funcionamiento de las sociedades a nivel global. Dada la gravedad de sus consecuencias en la vida real, es fundamental comprender mejor quiénes son más vulnerables a ella, con el fin de enfrentar el problema tanto a nivel individual como colectivo”.
Al uso masivo y durante muchas horas de redes sociales, se suma hoy el fenómeno de la inteligencia artificial, que ha venido a dificultar más la identificación de aquello que es real y ficticio. Situación que en Chile aún es incipiente. Según la última Radiografía Digital niños, niñas y adolescentes 2025, realizada por ClaroVTR y Criteria, la mayoría de los NNA no se siente bien informado respecto a la inteligencia artificial, y por lo mismo no tiene la confianza suficiente en ella; por lo que tampoco su uso es intensivo.
Del total de adolescentes que usa I.A, un 87% lo hace con fines educativos, principalmente para hacer tareas escolares, mencionando ChatGPT como la aplicación más frecuente. Paralelamente, casi la mitad usa la I.A con fines de entretenimiento.
La conectividad no reemplaza el pensamiento crítico. Si no educamos a las nuevas generaciones para discernir entre lo verdadero y lo falso, estaremos criando jóvenes hiperconectados, pero profundamente desinformados. El desafío es urgente, y la responsabilidad, como siempre, compartida.
Si quieres conocer más sobre este tema, revisa la charla de la socióloga y antropóloga francesa Claudine Haroche. En Congreso Futuro 2025, Haroche nos presenta "Realidad vs. redes sociales".
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