Astrónomos chilenos capturan la imagen más completa del universo primitivo y desafían modelos de formación galáctica
Un equipo de astrónomos chilenos ha logrado un hito sin precedentes en la exploración del universo temprano. Liderados desde Chile, científicos consiguieron la imagen más detallada jamás obtenida de las primeras galaxias que se formaron tras el Big Bang. Desde hace décadas, los astrónomos han buscado comprender cómo se originaron las primeras galaxias, qué procesos […]

Astrónomos chilenos capturan la imagen más completa del universo primitivo y desafían modelos de formación galáctica
Un equipo de astrónomos chilenos ha logrado un hito sin precedentes en la exploración del universo temprano. Liderados desde Chile, científicos consiguieron la imagen más detallada jamás obtenida de las primeras galaxias que se formaron tras el Big Bang.
Desde hace décadas, los astrónomos han buscado comprender cómo se originaron las primeras galaxias, qué procesos físicos dieron forma a sus estructuras y cómo evolucionaron hasta convertirse en sistemas tan complejos como la Vía Láctea.
Observar el universo en su infancia, cuando tenía apenas unos pocos cientos de millones de años, es como mirar una fotografía en blanco y negro que ahora, gracias a poderosos telescopios como ALMA y el James Webb, empieza a llenarse de color y detalles. Cada descubrimiento en este campo permite reconstruir la historia cósmica y entender nuestro propio lugar en el cosmos.
Es así como un grupo de científicos del proyecto CRISTAL, liderado por el Núcleo Milenio de Galaxias (MINGAL), consiguieron la imagen más detallada de las primeras galaxias.
“Hemos logrado observar -con un nivel de detalle sin precedentes- cómo se distribuyen e interactúan las estrellas, el polvo y el gas en una muestra de las primeras galaxias que se formaron en el cosmos”, señaló Rodrigo Herrera-Camus, director de MINGAL y astrónomo de la Universidad de Concepción, quien encabeza la investigación.
Por primera vez, gracias a la potencia del observatorio ALMA, los investigadores pudieron analizar el gas frío en estas galaxias, la materia prima fundamental para la formación de estrellas. “Descubrimos que estas jóvenes galaxias poseen estructuras complejas, presentan vientos galácticos que expulsan gas desde sus discos y contienen más polvo cósmico y metales de lo que se esperaba”, agregó el astrónomo.

La imagen revela cómo se organizan los distintos componentes de la galaxia cuando el Universo tenía menos de 1.000 millones de años. Crédito: ALMA (ESO/NAOJ/NRAO) / HST / JWST / R. Herrera-Camus
Una mirada profunda al universo en sus primeros años
El proyecto CRISTAL -sigla de [CII] Resolved ISM in STar-forming galaxies with ALMA– realizó el primer “censo” exhaustivo del gas, el polvo y las estrellas presentes en galaxias cuando el universo tenía apenas mil millones de años. Para ello, se combinaron observaciones obtenidas desde Chile con ALMA y los datos de los telescopios espaciales Hubble y James Webb.
“CRISTAL proporciona el tipo de datos detallados que simplemente no eran posibles antes de ALMA y el JWST”, subrayó el astrónomo chileno. “Estos descubrimientos nos permiten reconstruir el ecosistema interno de las primeras galaxias y entender cómo, tras miles de millones de años de evolución, se formaron galaxias como la Vía Láctea”, añadió Herrera-Camus, Ph.D. en Astrofísica de la Universidad de Maryland, Estados Unidos.
Se trata, además, del primer Large Program de ALMA en sus diez años de operaciones, que ha sido dirigido desde Chile, tras ser seleccionado en un proceso altamente competitivo a nivel global. Coordinado desde la Universidad de Concepción, el proyecto involucra a más de 40 astrónomos y astrónomas de distintas instituciones del mundo. Entre los investigadores principales figuran también los astrónomos chilenos Manuel Aravena, de la Universidad Diego Portales, y Jorge González-López, del Instituto de Astrofísica de la Pontificia Universidad Católica de Chile, junto al Premio Nobel de Física 2020, Reinhard Genzel, del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre.
Mientras tanto, el grupo de Herrera-Camus continúa analizando nuevas observaciones con el telescopio espacial James Webb.
“Estas nuevas imágenes nos permiten estudiar con mayor precisión las propiedades del gas caliente que rodea a las estrellas, así como la cantidad y las características de los elementos presentes en ese gas”, concluyó el astrónomo.
Los resultados de esta investigación aparecen en la publicación The ALMA-CRISTAL survey